Pastor Luis Acevedo

Os es Necesario Nacer de Nuevo

En el Evangelio según San Juan encontramos a Jesús conversando con Nicodemo. El fariseo viniendo de noche a Jesús le dijo que nadie podía hacer las señales que él hacía, si no estaba Dios con él. Inmediatamente el maestro le respondió y le dijo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciera de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. Nicodemo asombrado de la respuesta de Jesús vuelve y le pregunta: ¿cómo es posible que un hombre siendo viejo pueda nacer nuevamente? Jesús le responde: “De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne carne es y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dijere: os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu”.

La necesidad del nuevo nacimiento nace de la incapacidad que tiene el ser humano para “ver” o “entrar” al reino de Dios. A pesar de los dones que tenga, de su moral o de lo refinado que sea, el hombre natural está totalmente ciego a la verdad espiritual y no puede entrar al reino pues no puede obedecer, entender ni agradar a Dios. Cuando hablamos del nuevo nacimiento, nos referimos a que no es una reforma de la vieja naturaleza sino un acto creador del Espíritu Santo. Esta condición del nuevo nacimiento es fe en Cristo crucificado. Y a través del nuevo nacimiento el creyente se convierte en miembro de la familia de Dios y participante de la naturaleza divina, la vida de Cristo mismo. Nicodemo debió haber sabido sobre el nuevo nacimiento de acuerdo o en vista de lo que dice
Ezequiel 36:24-26: “os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra”. Aquí tenemos frente a nosotros una imagen de lo
que dice el Antiguo Testamento en relación con el Nuevo Testamento correspondiente entre el “agua limpia”, el “espíritu nuevo” y el “corazón nuevo” del pasaje del profeta Ezequiel, y el “agua”, el “espíritu” y el nuevo nacimiento de el Evangelio según San Juan 3:3-8.

La vida eterna no sólo es una esperanza futura sino la posesión presente de todo aquel que cree en Cristo Jesús.

¡Dios te bendiga!
Pastor Luis Acevedo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *